1. Llamar urgentemente a la protectora más cercana, por si ya se está actuando en ese punto.
2. Su madre (la gata) es quien mejor sabe cuidarlos. En ningún caso tocar, retirar o mover a los cachorros, salvo que se tenga absolutamente claro que la madre ha fallecido. Cuando un humano toca un gato recién nacido, las madres lo saben por el olor y en la mayoría de los casos los rechazan, quedando los bebés en situación de vulnerabilidad.
3. Vigilar siempre a distancia si están solos. La madre puede haber salido a comer o a buscar un sitio mejor para trasladar a sus hijos.
4. SI LA MAMÁ REGRESA: Dejarlos con ella bajo supervisión de personas de confianza de la zona. En ningún caso separarles hasta que estén destetados. Su salud y desarrollo dependen de que la madre los mantenga alimentados hasta que llegue el momento de la separación y posterior esterilización de la madre. Se procederá a la socialización de los pequeños para que después sean adoptados. Una madre sin su camada desarrolla enfermedades producidas por la leche retenida (mastitis) y sufre un gran riesgo.
5. SI LA MAMÁ NO REGRESA: Una vez haya pasado el tiempo correspondiente y tras la correcta supervisión por alimentadoras/gestoras de colonias. Si la madre no aparece, es importante mantenerlos en calor y llevarlos a un veterinario o casa de acogida que se pueda ocupar de atenderles y alimentarles correctamente.
6. En ningún caso darles leche de vaca. Es indigesta y puede causarles mucho daño.
7. CONCIENCIACIÓN. Es de suma importancia y necesario que los Ayuntamientoa realicen una correcta y exhaustiva difusión y concienciación del respeto y ayuda a las colonias felinas y sus cuidadoras/es.
Eso hace que, con frecuencia, los gatos mueran cuando arrancamos el coche.
Para evitarlo, haz ruido antes de arrancar el coche y golpea el capó. Con este sencillo gesto, daremos la posibilidad al gato de salir ileso antes de que arranquemos.